El bosque de María Magdalena (la forêt de la Sainte Baume)

Extracto del último post del blogger Lucaria de PROFOR.

María Magdalena se ha puesto recientemente de moda con la novela y película del Código da Vinci. De otra manera, sin imprenta ni pantalla, también lo estuvo hace casi mil años, cuando se descubrió su supuesta tumba en el sur de Francia, creándose un foco de peregrinaciones que por un tiempo no le quedó muy a la zaga de Roma o Santiago. Su papel estelar lo tuvo hace dos mil. Su reaparición posterior en la historia tiene mucho que ver no solamente con la historia de los evangelios, oficiales y apócrifos, sino con su continuación. Según unos fue a Efeso. Según otros vino a Europa y se instaló en una cueva, al pie de un acantilado cercano a Marsella. Allí es donde su presencia, real o imaginada por los fieles, dejó una huella en los bosques que todavía podemos observar. La presencia de personas y mitos sagrados ha sido siempre una fuerza capaz de preservar los bosques a lo largo de los siglos. El bosque situado al pie de la cueva fue respetado y protegido. Según se cuenta el mismo papa prohibió en 1299 cortar o dañar los árboles, bajo pena de excomunión. Todo ello a unos pocos kilómetros de unos de los principales centros urbanos y comerciales del Mediterráneo. Han pasado dos mil años, con sus crisis y guerras, sus calentamientos y enfriamientos… y el bosque sigue ahí. Seguramente ha cambiado con los tiempos, pues ni las excomuniones ni las creencias parecen suficientemente convincentes cuando aprieta el hambre. Pero lo que nos ha llegado da mucho que pensar. Estamos a unos 800 o 900 metros en una ladera orientada al norte. No es del todo irrazonable encontrar hayas tan cerca del Mediterráneo. Pero el aspecto y la variedad de plantas no es el que pudiéramos esperar cuando para llegar hasta ese hayedo acabamos de atravesar un pinar de pino Alepo, olivos y viñedos. Es el resultado de siglos de respeto por el entorno. Ahora a las creencias religiosas, de mucha menor relevancia que otrora en la sociedad, les ha venido en refuerzo las medidas legales, a las excomuniones y pecados, las denuncias y expedientes, y a los monjes, los guardas forestales. Leer más aquí.

 

Fuente: PROFOR Blogs
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